Hoy en día es común oír acerca de la tendencia de la agilidad, scrum y otros conceptos en los entornos laborales, conceptos que salieron de los equipos de desarrollo de software y se han posicionado en casi todas las áreas de trabajo de las empresas pero, ¿ qué es lo que significa agilidad ?
Cuando pensamos en agilidad o metodologías agiles, pensamos en rapidez, imaginando que vamos a conseguir nuestros objetivos en un menor tiempo de lo planificado, es decir, que nuestros proyectos tendrán tiempos de desarrollo más ajustados de lo esperado, entonces apostamos por las “metodologías ágiles”.
Hasta ahora todo luce bien, contratamos profesionales en “agilidad”, quienes nos ofrecen consultoría y avanzamos con la planificación del proyecto, grande es la sorpresa cuando vemos que los tiempos no se ha reducido, siguen siendo los mismos, entonces decimos “la agilidad no sirve”, sintiéndonos engañados en lo que creemos sobre la agilidad.
En este artículo trataremos de entender que es la agilidad y como esta ayuda a nuestros equipos y proyectos.
Agilidad y la capacidad de adaptarse al cambio
Para poder entender el concepto de agilidad, vamos a ver que es lo que significa la palabra “ágil“. Según el Diccionario de la Real Academia Española, “ágil” significa:
- adj. Que se mueve con soltura y rapidez. Estuvo muy ágil y esquivó el golpe
- adj. Dicho de un movimiento: Hábil y rápido. Camina con paso ágil.
- adj. Que actúa o se desarrolla con rapidez o prontitud. Tiene una prosa ágil.
De estas tres definiciones, podemos entender que ser “ágil” tiene que ver con la rapidez que tenemos a reaccionar a un evento, actuar rápido; algo diferente a sólo “ser rápido”
¿ Qué dice el Manifiesto ágil ?
- Individuos e interacciones sobre procesos y herramientas
- Software funcionando sobre documentación extensiva
- Colaboración con el cliente sobre negociación contractual
- Respuesta ante el cambio sobre seguir un plan
Luego de leer el “Manifiesto Ágil”, podemos darnos cuenta que el significado de agilidad va tomando relación a la definición que encontramos en la RAE.
¿ Versatilidad o rapidez ?
Lo que podemos deducir entonces que agilidad no es realmente una manera de hacer las cosas más rápido, si no, es una manera de actuar o adaptarse más rápido a los eventos que ocurren día a día en nuestros planes o proyectos de trabajo, indistintamente de la naturaleza de estos, lo cual podríamos llevarlo incluso, a nuestra vida diaria. Por tanto podríamos decir que:
Agilidad es la capacidad de adaptarse al cambio o a las necesidades del mercado
Es entonces esta capacidad de adaptación, a través de la evaluación contínua, lo que nos permitirá una adaptación rápida a los cambios que puedan darse en el entorno en el cual se mueve nuestro proyecto.
El trabajo en equipo es el factor más importante
Para que esta adaptación a los cambios se pueda dar de manera satisfactoria, se requiere que los involucrados con el proyecto participen activamente, interactuando constantemente, enfocándose en el resultado, es decir, la participación del cliente, la organización y el equipo en conjunto, trabajando con un mismo objetivo: “conseguir los resultados trazados”.
Los tiempos no se van a reducir, pero si se puede hacer evaluaciones continuas del trabajo, manteniendo una comunicación constante, y claro esta, construyendo un “producto” de manera iterativa e incremental, consiguiendo resultados medibles bajo periodos de tiempo cortos.
Conclusión
Pensar en agilidad no es creer que vamos a terminar más rápido nuestro proyecto, es pensar que vamos a poder obtener resultados medibles que nos permitirán hacer evaluaciones de nuestro trabajo en periodos cortos de tiempo, esto tendrá un impacto no sólo en los resultados, si no en los costos de inversión, reduciendo los riesgos que pueden darse a través del tiempo con la adaptación continua que nos da la agilidad.
Terminamos este artículo invitándolos a leer “Los ERP en la transformación digital de las Pyme” y “Beneficios de usar un sistema ERP en la empresa“.